6:76
Cuando cerró la noche sobre él, vio una estrella y dijo: «¡Éste es mi Señor!». Pero, cuando se puso, dijo: «No amo a los que se ponen».
6:77
Cuando vio la luna que salía, dijo: «Éste es mi Señor». Pero, cuando se puso, dijo: «Si no me dirige mi Señor, voy a ser, ciertamente, de los extraviados».
6:78
Cuando vio el sol que salía, dijo: «Éste es mi Señor! ¡Éste es mayor!». Pero, cuando se puso, dijo: «¡Pueblo! Soy inocente de lo que Le asociáis.
7:135
Pero, cuando retiramos el castigo hasta que se cumpliera el plazo que debían observar, he aquí que quebrantaron su promesa.
7:143
Cuando Moisés acudió a Nuestro encuentro y su Señor le hubo hablado, dijo: «¡Señor! ¡Muéstrate a mí, que pueda mirarte!» Dijo: «¡No Me verás! ¡Mira, en cambio, la montaña! Si continúa firme en su sitio, entonces Me verás». Pero, cuando su Señor se manifestó a la montaña, la pulverizó y Moisés cayó al suelo fulminando. Cuando volvió en si dijo: «¡Gloria a Ti! Me arrepiento y soy el primero de los que creen».
7:189
Él es Quien os ha creado de una sola persona, de la que ha sacado a su cónyuge para que encuentre quietud en ella. Cuando yació con ella, ésta llevó una carga ligera, con la que iba de acá para allá; pero cuando se sintió pesada, invocaron ambos a Alá, su Señor. «Si nos das un hijo bueno, seremos, ciertamente, de los agradecidos.
7:190
Pero, cuando les dio uno bueno, pusieron a Alá asociados en lo que Él les había dado. ¡Y Alá está por encima de lo que Le asocian!
8:48
Y cuando el Demonio engalanó sus obras y dijo: «¡Nadie podrá venceros hoy, yo os protejo!» Pero, cuando las dos tropas se divisaron, dio media vuelta y dijo: «Yo no soy responsable de vosotros. Veo lo que vosotros no veis. Temo a Alá. Alá castiga severamente».
9:76
Pero, cuando les da algo de Su favor, se muestran avaros de ello, vuelven la espalda y se van.
9:114
El perdón que Abraham pidió para su padre no fue sino en virtud de una promesa que le había hecho; pero, cuando vio claramente que era enemigo de Alá, se desentendió de él. Abraham era, ciertamente, tierno, benigno.
10:12
Cuando el hombre sufre una desgracia, Nos invoca, lo mismo si está echado que si está sentado o de pie. Pero, en cuanto le libramos de su desgracia, continúa su camino como si no Nos hubiera invocado por la desgracia que sufría. Así es como son engalanadas las obras de los inmoderados.
10:23
Y apenas les salva, ya en tierra, al punto se insolentan injustamente. «¡Hombres! ¡Vuestra insolencia se volverá contra vosotros! Tendréis breve disfrute de la vida de acá. Luego, volveréis a Nosotros y ya os informaremos de lo que hacíais».
11:70
Y cuando vio que sus manos no lo tocaban, sospechó de ellos y sintió temor de ellos. Dijeron: «¡No temas! Se nos ha enviado al pueblo de Lot».
12:50
El rey dijo: «¡Traédmelo!» Cuando el enviado vino a él, dijo: «¡Vuelve a tu señor y pregúntale qué intención animaba a las mujeres que se hicieron cortes en las manos! Mi Señor está bien enterado de su astucia».
17:67
Si sufrís una desgracia en el mar, los que invocáis se esfuman, Él no. Pero, en cuanto os salva llevándoos a tierra firme, os apartáis. El hombre es muy desagradecido.
18:61
Y, cuando alcanzaron su confluencia, se olvidaron de su pez, que emprendió tranquilamente el camino hacia la gran masa de agua.
27:8
Al llegar a él, le llamaron: «¡Bendito sea Quien está en el fuego y quien está en torno a él! ¡Gloria a Alá, Señor del universo!
27:10
Y: «¡Tira tu vara!» Y cuando vio que se movía como si fuera una serpiente, dio media vuelta para escapar, sin volverse. «¡Moisés! ¡No tengas miedo! Ante Mí, los enviados no temen.
27:13
Cuando Nuestros signos vinieron a ellos para abrirles los ojos, dijeron: «¡Esto es manifiesta magia!»
28:30
Llegado a él, le llamaron desde la vertiente derecha del valle, desde el sitio bendito, desde el árbol: «¡Moisés! ¡Soy Alá, Señor del universo!
28:31
¡Tira tu vara!» Y cuando vio que se movía como si fuera una serpiente, dio media vuelta para escapar, sin volverse. «¡Moisés! ¡Avanza y no temas! ¡No va a pasarte nada!
28:36
Cuando Moisés les trajo Nuestros signos como pruebas claras, dijeron: «¡Esto no es sino magia inventada! No hemos oído que ocurriera tal cosa en tiempo de nuestros antepasados».
28:48
Pero, ahora que la Verdad ha venido a ellos de parte Nuestra, dicen: «¿Por qué no se le ha dado lo mismo que se dio a Moisés?» Pero ¿no se mostraron también incrédulos ante lo que se había dado antes a Moisés? Dicen: «Son dos casos de magia que se respaldan mutuamente». Y dicen: «No creemos en ninguna».
29:65
Cuando se embarcan, invocan a Alá rindiéndole culto sincero. Pero, en cuanto les salva, llevándoles a tierra firme, al punto Le asocian otros dioses,
31:32
Y, cuando las olas les cubren cual pabellones, invocan a Alá rindiéndole culto sincero. Pero, en cuanto les salva, llevándolos a tierra firme, algunos de ellos vacilan. Nadie niega Nuestros signos sino todo aquél que es pérfido, desagradecido.
34:14
Y cuando decretamos su muerte, no tuvieron más indicio de ella que la carcoma, que se puso a roer su cayado. Y, cuando se desplomó, vieron claramente los genios que, si hubieran conocido lo oculto, no habrían permanecido tanto tiempo en el humillante castigo.
35:42
Juraron solemnemente por Alá que, si venía un monitor a ellos, iban a ser dirigidos mejor que ninguna otra comunidad. Y, cuando ha venido a ellos un monitor, esto no ha hecho sino acrecentar su repulsa,
43:47
Pero cuando les presentó Nuestros signos, he aquí que se rieron de ellos,
43:50
Pero, cuando retiramos de ellos el castigo, he aquí que quebrantaron su promesa.
59:16
Como el Demonio cuando dice al hombre: «¡No creas!». Y, cuando ya no cree, dice: «Yo no soy responsable de ti. Yo temo a Alá, Señor del universo».
61:6
Y cuando Jesús, hijo de María, dijo: «¡Hijos de Israel! Yo soy el que Alá os ha enviado, en confirmación de la Tora anterior a mí, y como nuncio de un Enviado que vendrá después de mí, llamado Ahmad». Pero, cuando vino a ellos con las pruebas claras, dijeron: «¡Esto es manifiesta magia!»
67:27
Pero, en cuanto vean su inminencia, se afligirán los rostros de los infieles. Y se dirá: «Aquí tenéis lo que reclamabais».
68:26
Cuando lo vieron, dijeron: «¡Seguro que nos hemos extraviado!